Si un trofeo se le había negado al serbio Novak Djokovic, había sido el Masters 1000 de Cincinnati, mismo que por fin logró levantar al derrotar al suizo Roger Federer, segundo favorito de la competencia, por 6-4 y 6-4.El balcánico parecía tener una maldición al llegar a la final del Western and Southerm Open, ya que de las 5 anteriores en las que participó, perdió todas, tres de ellas precisamente ante Roger Federer, por lo que esta victoria fue una auténtica revancha.Roger Federer, en cambio, tenía las victorias en la final de Cincinnati bajo su propiedad, ya que había ganado en tods las que había participado, un total de 7 antes de su derrota ante Djokovic, la última de ellas en 2015.El duelo entre el serbio y el suizo es ya un clásico en el circuito en los últimos tiempos. Décimo y segundo clasificados en la tabla ATP ambos se resisten a distanciarse de las rondas finales de las competiciones. Federer dosifica al máximo su temporada. Djokovic pretende regresar a la cima después de la oscuridad en la que se manejó la temporada pasada. Cincinnati mostró que el serbio se aproxima a su mejor nivel. Campeón en Wimbledon y finalista en Queens logró con soltura la victoria ante Federer, al que le faltó dar un paso al frente en los momentos determinantes, como cuando rompió el saque de Djokovic al inicio del segundo set para situarse, saque en mano con 2-0. No aprovechó la situación, perdió el servicio y el tenista de Belgrado aprovechó para enmendar la situación. Djokovic, más certero, volvió a hacer break en el octavo para inclinar el partido, que cerró después de 85 minutos para frustrar la sexta final del año del suizo, ganador del Abierto de Australia, Rotterdam y Stuttgart. Añade esta derrota a las de Indian Wells y Halle.