Aaron Hernández, el ex jugador de la NFL que se suicidó en la cárcel tras ser hallado culpable de homicidio, padecía de graves daños en la parte del cerebro que tiene que ver con la memoria, el control de los impulsos y el comportamiento, dijo una doctora.El ex jugador de los New England Patriots se suicidó a los 27 años en abril, mientras cumplía una condena de cadena perpetua.La doctora Anne McKee, del Instituto sobre ETC (Encefalopatía Traumática Crónica) de la Universidad de Boston, presentó el jueves los hallazgos tras estudiar el cerebro de Hernández.McKee dijo que no puede decir si el comportamiento de Hernández fue producto de su condición médica. Pero sí confirmó que Hernández tenía lesiones en partes importantes del cerebro, incluyendo el lóbulo frontal.Los abogados de Hernández demandaron a la NFL y a la compañía fabricante de cascos, Riddell, acusándolos de no advertir al jugador sobre los riesgos de jugar fútbol americano.