Detroit Tigers anuncia que el manager Brad Ausmus no dirigirá al equipo el año próximo, luego de cuatro temporadas que incluyeron un título de división en medio de un declive de la franquicia por culpa de lesiones y la salida de varios jugadores clave.El gerente general Al Ávila dio a conocer la decisión el viernes. Ausmus acumuló una foja de 312-325 a lo largo de cuatro temporadas completas, con el título de la División Central de la Liga Americana en su primer año."Conforme hacemos la transición para llevar al equipo en una nueva dirección, creo que es mejor que tomemos una nueva postura y tengamos un nuevo inicio con la posición de manager", dijo Ávila. "Brad ha hecho un trabajo admirable bajo, por momentos, circunstancias complicadas, en especial esta temporada, y apreciamos su profesionalismo y dedicación a los Tigres durante los últimos cuatro años. Nuestra búsqueda de un nuevo manager ya inició. Planeamos mantener un criterio abierto al considerar a miembros actuales de nuestro personal para las vacantes en 2018, pero eso irá de la mano con el manager que contratemos".Los Tigers canjearon en julio al estelar Justin Verlander a Houston por un trio de prospectos que creen que les ayudarán más adelante. Detroit eligió a Verlander en 2004 con la segunda selección global del draft y dos años después ganó el premio a Novato del Año, además de conseguir galardones de Cy Young y Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2011. Esa temporada lanzó su segundo juego sin hit ni carrera y comandó a los Tigres al primero de cuatro títulos consecutivos en la División Central de la Liga Americana.Hace un año, los Tigers ejercieron la opción contractual para 2017 de Ausmus luego de mejorar en 12 victorias respecto a 2015. Los Tigres han finalizado primero, último y segundo en la división durante su periodo al frente y se encontraban a solo medio juego del sótano antes de iniciar la jornada del viernes. Ausumus tomó las riendas de Detroit en 2013 después del retiro de Jim Leyland. A final de 2015 se especuló si se mantendría en el cargo, pero el equipo lo retuvo y al año siguiente estaban a tan solo medio juego de la postemporada antes de caer en los últimos dos partidos de campaña en Atlanta. Este año no hubo posibilidades similares.